Nuestro rosado se obtiene de la vinificación de las viñas más jóvenes de Sangiovese.
Una vez prensado, el vino permanece en contacto con las pieles durante un corto tiempo, de ahí su color y fácil estructura.
Tras la fermentación maloláctica, se embotella unos meses más tarde, listo para salir de la bodega.